Cuidado con las frutas dulces. No se recomienda a los pacientes diabéticos. La fructosa o levulosa es el azúcar que se encuentra en las frutas y la miel, pero, actualmente, la principal fuente son los alimentos endulzados con jarabe de maíz rico en fructosa.
Aun cuando el azúcar fructosa necesita menos insulina que la glucosa, no es recomendable su uso en los diabéticos pues, este carbohidrato sube la glicemia y engorda más que otros azúcares.
Siendo la fructosa un endulzante natural obtenido de las frutas se le conoce también como azúcar de la fruta, además se le encuentra en algunas verduras en la miel y en otras plantas como el azúcar de caña y la remolacha, de donde se extrae para elaborar un azúcar alternativo.
Estructura de la fructosa
La fructosa, o levulosa, es un monosacáridos con la misma fórmula que la glucosa pero con diferente estructura. Es una cetohexosa (6 átomos de carbono). Su poder energético es de 4 kilocalorías por cada gramo. Su formula química es C6H12O6.
Junto con la glucosa forman un disacárido llamado sacarosa o azúcar común, las frutas naturales tienen cierta cantidad de fructosa, que puede ser extraída y concentrada para hacer un azúcar alternativo.
En la antigüedad se tenía la idea de que, la fructosa era un sustituto saludable de la glucosa, pues endulza más que la glucosa sin embargo su valor calórico es menos de tal forma que con menos cantidad era posible endulzar lo mismo. Por esta razón fue usada tradicionalmente como edulcorante para los diabéticos. Pero últimamente es objeto de polémica al ser asociada como causa primigenia de la obesidad.
La ingesta de fructosa no sacia el apetito y la persona ingiere más alimentos, en muchos casos conteniendo también fructosa. De esa forma se relaciona a la obesidad, cuando la fructosa llega al hígado, éste concluye su actividad habitual para iniciar la metabolización exclusiva.
Esto origina un cese en la actividad digestiva usual del organismo, llevando a niveles más altos de ghrelina en sangre y reduciendo los niveles de insulina y leptina. La insulina y la leptina inhiben el apetito. La ghrelina lo incrementa.
La glucosa, se absorbe instantáneamente produciendo una subida y una bajada rápida de energía, la fructosa, es metabolizada y guardada, en parte, por el hígado en forma de glucógeno como reserva para cuando necesitemos hacer un esfuerzo.
Sin embargo, puesto que la fructosa acaba transformándose en glucosa produciendo una elevación glucémica en sangre, ya no se considera un edulcorante recomendable para las personas con diabetes.
Esta afirmación se basa en estudios que han asociado las dietas ricas en fructosa a la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2, la obesidad, la gota y elevado colesterol y triglicéridos.
Alimentos con fructosa
Muchas personas, no asimilan bien los alimentos con alto contenido de azúcar y sin saberlo, son intolerantes a la fructosa aún cuando el azúcar es el alimento que más engorda. La fructosa es un ingrediente inusitado en muchos alimentos comúnmente usados para adelgazar como: pan integral, cereal integral, granola y bebidas deportivas.
Por esta razón, es indispensable y recomendable buscar fructosa en la lista de ingredientes, inclusive en la de los alimentos que creas que no engordan.
Las frutas contienen fructuosa en menor cantidad que la comida chatarra, que las bebidas azucaradas. Es necesario recalcar que los jugos de frutas manzana y pera tienen mayor concentración de fructosa, por eso se recomienda consumir la fruta fresca.
La fructosa en la actualidad está presente en una amplia variedad de alimentos, y es uno de los endulzantes más utilizados por la industria alimentaria. Se le puede encontrar en productos de repostería, alimentos procesados, frutas y bebidas refrescantes azucaradas, azúcar común, y como es un carbohidrato esta también en la bebidas energéticas, etc.
La fructosa endulza más que la azúcar blanca o refinada, y aporta solo 4 kilocalorías por gramo, excelente para quienes quieren conservar la silueta.
La fructosa tiene en el organismo los siguientes efectos:
1.- Es metabolizada y guardada en parte por el hígado en forma de glucógeno, como reserva para cuando se necesite hacer un esfuerzo.
2.- Los alimentos procesados con fructosa podrían ser más letales que otros habitualmente limitados en las dietas de adelgazamiento, como los productos con almidón, ya que es el componente más peligroso del azúcar su consumo habitual aumenta la producción de ácido úrico pudiendo ocasionar daños a los riñones.
No todas las personas pueden asimilar bien los alimentos con alto contenido de fructosa, porque presentan lo que se denomina intolerancia a la fructosa. Estas personas tienen dolor de estómago, acidez, gases y estómago abombado. Finalmente se recomienda no usar fructosa junto con medicinas para bajar de peso como: Sibutramina Reductil, Pastillas chinas, Xenical, Carnitina e inclusive con el bypass gástrico.
La fructosa. Sabor dulce no del todo recomendable.
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