Si un perro te ataca y no tiene rabia, efectivamente no todos los perros que atacan tienen rabia, tal vez en épocas antiguas no se escuchaba hablar del estrés canino. En la actualidad en los centros especializados se habla de agresión canina debido al estrés.
El estrés en los caninos es muy delicado ya que puede poseer serios efectos en su comportamiento y salud, ocasionando de esta manera que la mascota sufra reacciones de miedo y agresividad las cuales no puede dominar, creándole sobreexitacion, tristeza y un gasto energético.
El concepto de estrés de acuerdo a Hans Selye, es la respuesta inespecífica del cuerpo frente a una demanda del cambio.
Problemas conductuales y físicos en los perros
Por lo general el término de estrés es aplicado para los humanos. Sin embargo, entre los caninos se presentan algunos problemas conductuales y físicos. Cabe aclarar que el estrés puede ser favorable o desfavorable.
Es favorable cuando impulsa al organismo para acoplarse al ambiente. Un ejemplo de este tipo de dolencia se da en los perros que son adiestrados, estos sufren cierto grado de estrés, lo que les permite aprender. Dicho estrés no es nocivo ni malo para el perro, sino que por el contrario son un aliciente para el aprendizaje.
El estrés es dañino cuando la petición de cambio no es satisfecha y el organismo continua con la necesidad de responder a dicha demanda. En este campo están los perros guardianes que siempre están atados a su caseta ellos necesitan libertad, socialización y ejercicio.
Como no depende de él satisfacer esas necesidades empieza a desarrollar conductas patológicas y patologías no conductuales como; úlceras gástricas, ataques cardíacos, pérdida de pelo y otras más.
Favorable o dañino, si el nivel de estrés sobrepasa un umbral determinado, prepara al organismo para defenderse mediante la lucha o huida. En esos casos, los perros estresados pueden escapar o atacar para evitar las situaciones estresantes.
Naturalmente el umbral de estrés que se debe superar para que se produzca la respuesta de lucha o huida es variable de un perro a otro y de una situación a otra para un mismo perro.
Por ejemplo, un perro guardián atado atacará cuando alguien se acerque a su plato de comida, en tanto que un perro bien educado no atacará. En este ejemplo, dos perros diferentes tienen diferentes umbrales de estrés para atacar bajo un mismo contexto.
En otra situación un perro puede tolerar bien a los adultos, y escapar de los niños. En ese caso se tiene un umbral de estrés alto para los adultos y bajo para los niños.
Como vemos cada perro es diferente y unos tienen una mayor predisposición hacia la lucha que hacia la huída, cualquier perro puede atacar si son sometidos a mucho estrés y no tienen probabilidad de escapar.
El estrés es generalmente la causa de los ataques sin motivo aparente.
Cuando el estrés causante de la agresión es agudo es decir que no ocurre constantemente, el animal suele dar señales de advertencia que, la mayoría de los humanos ignoran, tal vez por desconocimiento o por simple descuido. En estos casos: Se lamen los labios, bostezan, se rascan constantemente, además gruñen y muestran los dientes.
Algunas personas castigan las señales más agresivas como mostrar los dientes y gruñir. Sin embargo, esa no es la solución porque solo se reprimen las señales de advertencia que hace el perro antes de morder, pero no se eliminan las causas de estrés ni su causa principal.
Como corolario de ello el perro adquiere el estrés crónico y eso se demuestra, cuando explota y ataca con ferocidad y sin motivo aparente. Esto por lo general sucede cuando los niños lo acosan o maltratan, entonces da señales de advertencia siendo castigado por los adultos, con el tiempo el can ya no emite señales de alerta sino que en su forma de liberarse ataca debido a que su nivel de estrés crece y eventualmente se libera con la manifestación de una agresión abierta.
Síntomas del estrés en los perros
La relación entre estrés y agresión canina es indirecta. El estrés puede originar diversos síntomas diferentes, que incluyen dolores, alteraciones de la conducta y enfermedades.
Algunos de esos síntomas son los siguientes:
- Dolores en diferentes regiones del cuerpo, con espasmos musculares.
- Aparición de enfermedades.
- Escozor frecuente e intenso.
- Diversas alergias.
- Ataques de pánico repentinos.
- Ansiedad.
- Frustración e irritabilidad.
Estos síntomas ocasionalmente dan lugar a agresiones de disímil intensidad, como el dolor, el miedo, la frustración y reacciones inesperadas. Como esos síntomas suelen aparecer gradualmente y no son fáciles de detectar por los propietarios de perros, el problema tiende a pasar desapercibido hasta que se presenta la agresión.
Cuando se presenten estos problemas, no le eches la culpa a la raza de tu perro, llévalo a un veterinario y que le diagnostique y le dé un tratamiento para perros agresivos, para eso el especialista debe evaluar en detalle al perro, el ambiente en que vive, averigua las causas y actúar.
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